2011-05-04

Y comunícate feliz




— ¿Me estabas llamando?
— No, no pude. Me quedé sin minutos
— Entonces, ¿quien era?
— Pues, te pueden llamar muchas personas
— Solo tu timbras dos veces y vuelves a timbrar
— ¿En serio hago eso?
— Si, estoy seguro. Es una costumbre rara en ti.
— Mejor empecemos con esto de la telepatía… Esto de los minutos y los timbres me parece impersonal.
— De acuerdo, ¿arrojamos los celulares al río o a un carro?
— Lee mi mente.

1 comentario:

Susana Jiménez Palmera dijo...

HOla , soy también de Barranquilla, estuve visitando tu blog, recomendado de un amigo en Argentina que tiene tu link, Interesantes tus micro relatos.
Ya estaré con más tiempo y con mayor frecuencia.
saludos